Este suculento caldo es un plato navideño que lleva siglos como tradición culinaria de nuestro país. Declarado como Patrimonio Cultural de la ciudad de La Paz el año 2012 junto a otros 21 platos típicos.
Durante el siglo XIX se conocía bajo la denominación de “asado en cuero”, debido a que las carnes eran envueltas en el cuero de la ternera para luego ser cocidas por 5 horas aproximadamente, poco a poco el sabor de cada carde se disolvía en un solo jugo transformándose en caldo de 3 carnes. Siendo la receta una evolución de la gastronomía española, en la que se cocinaban 2 carnes en un minucioso proceso agregando coñac como un toque especial.
Su característica principal es ser un suculento caldo de sabor salado pero al mismo tiempo un poco dulzón y en lugar de combinar con coñac, algunos optan por verter un poco de vino tinto sobre el caldo. El sabor es potenciado por 3 ya hasta 4 carnes, pollo, res y cordero, siendo la cuarta carne de cerdo opcional. Sin embargo la receta no es una sola, cada región e incluso cada hogar tiene la manera de prepararla. El acompañamiento en plato es usualmente papa y choclo, sin embargo en la región del altiplano agregan la “tunta” en el plato, acompañada de queso al medio.
Cada región aporta alguna distinción en su preparación, por ejemplo en el departamento de Cochabamba suelen usar chicha en lugar de vino; en otros sectores incorporan al caldo trozos de frutas, pasas y ají.
Éste sabor de un suculento caldo nos hace compartir aquel momento familiar inolvidable de cada año, junto a los demás sabores navideños, como los panetones, galletas, chocolate caliente, api, buñuelos, entre otros.